La  huella ecológica es un indicador de sustentabilidad diseñado por William Rees y  Malthis Wackernagel a mediados de la década de los noventa del siglo pasado,  para conocer el grado de impacto que ejerce cierta comunidad humana, persona,  organización, país, región o ciudad sobre el ambiente. Es, en palabras de  Wackernagel, un sistema de contabilidad ecológica (Amen, et. al., 2011), que  muestra las consecuencias de acciones y actividades en el planeta. Es una  herramienta para determinar cuánto espacio terrestre y marino se necesita para  producir todos los recursos y bienes que se consumen, así como la superficie  para absorber todos los desechos que se generan, usando la tecnología actual. 
        Junto a estos  diferentes usos de la tierra productiva, considera cinco categorías de consumo:  Alimentación, Hogar, Transporte, Bienes de consumo y Servicios. La huella ecológica  sería el resultado de entrecruzar todos estos elementos (Carballo y García,  2008). 
        Todos  los seres humanos, las plantas y animales del planeta requieren de alimento,  energía y agua para crecer y vivir. En el caso del hombre, la cantidad de  recursos que utiliza depende de su estilo de vida. Algunos de nosotros, como  los que habitamos en la ciudad, desperdiciamos mucha agua, utilizamos numerosos  aparatos eléctricos, consumimos alimentos que son traídos desde otros estados u  otros países, viajamos en carro y en avión, usamos demasiados envases de  plástico y producimos mucha basura. Al utilizar todos estos recursos, estamos  reduciendo la superficie de bosques, praderas, desiertos, mangla-res,  arrecifes, selvas y la calidad del agua de los mares del mundo. El impacto de  una persona, ciudad o país sobre la Tierra, para satisfacer lo que consume y  para absorber sus residuos, se conoce como huella ecológica. 
        La tierra posee 11,  300, 000,000 de hectáreas de área productiva, que equivalen a alrededor de un  cuarto de la superficie del planeta. Si dividimos estas hectáreas entre los 6,  396, 614, 910 habitantes que tiene el mundo, a cada ser humano nos  corresponderían 1.8 hectáreas de área productiva (dos campos de fut-bol), sin  considerar las necesidades de los otros seres vivos como las plantas y los  animales. 
        Las preguntas impares  tienen un valor de 18.75, las preguntas pares tienen un valor de 6.25, de acuerdo  a tus respuestas haz la suma.            
        
        
              - Si obtuviste 100 puntos requieres  menos de 1.8 hectáreas y vives dentro de los límites del planeta. 
- Si obtuviste entre 100 y 200  puntos requieres entre 1.8 y 3.5 hectáreas, si todos los seres humanos  viviéramos como tú, necesitaríamos un planeta extra. 
- Si obtuviste entre 200 y 300  requieres entre 3.5 y 5.3 hectáreas. Si todos los seres humanos tuviéramos los  mismos patrones de consumo y desecho, necesitaríamos tres planetas para  satisfacer este estilo de vida.